domingo, 8 de marzo de 2015

Jaime y las bellotas

Soy de la opinión de que todo niño debería tener un cuento con su nombre, y no me refiero a esos en los que se cuenta una historia adaptada al nombre del niño (que tan de moda está), me refiero a un libro que de repente te encuentras y...¡tiene tu nombre en su título!
Esto fue lo que me pasó hojeando libros en la librería, sin buscarlo, apareció...

Tim Bowley/ Inés Vilpi

La primera impresión fue buenísima, la historia me encantó, pero dudé pues Jaime era aún demasiado pequeño para entenderlo. Después de un rato dándole vueltas me decidí y lo compré ¿desde cuando los libros caducan? ¿tenía prisa por leérselo? (la verdad es que si)
Al cabo del tiempo llegó el día en que pude contárselo a Jaime y ahí fue cuando descubrí el valor de la constancia, la importancia de no rendirse a la primera y de transmitirle esto a mi hijo.
Las ilustraciones son fantásticas y muy coloridas, lo cual contagia gran entusiasmo en su lectura.

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