El otro día en unos grandes almacenes nos acercamos a la sección de librería y me sucedieron dos cosas muy distintas que despertaron en mí el mismo sentimiento.
Indignación porque en la sección infantil los Top Ventas o libros más vendidos eran los de Peppa Pig e... indignación porque buscando, y buscando, y buscando ... me costó más de quince minutos encontrar un cuento infantil que no fuera de alguna serie de dibujos animados y demás varietés (que diría alguien que yo se)
Jaime me pidió que le comprará un libro de Caillou; podéis imaginar mi respuesta (no más tarde criticada por alguna persona a la que conté la situación) ¡Caillou ya está en la tele!
Se que en ocasiones soy muy brusca, pero en esa situación fue lo primero que me vino a la cabeza. Lo que no soporto es que me intenten convencer de que no hice lo correcto -si el niño sólo quería un cuento...-
En fin, qué podemos esperar si uno de los libros más vendidos no hace mucho tiempo fue ¡el de Belén Esteban!
Podéis estar de acuerdo, o no, pero...
¡POR AHÍ NO PASO!
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