¿Adivináis quién es la protagonista de este cuento?
Sí, la mismísima Caperucita.
Sí, la mismísima Caperucita.
En La ladrona de sellos se nos relata la reacción de Caperucita después de ser liberada de las tripas del lobo, una reacción inesperada.
¿Cómo es posible que se sienta culpable de la muerte del lobo? Sí, sí, habéis leído bien, se siente culpable pues si hubiera obedecido a su mamá, las cosas habrían sucedido de otra manera y el lobo aún estaría vivo..
Es por ello por lo que siente la necesidad de pedir perdón al lobo y a lo largo de la historia lo intenta, ¡hasta pegándose sellos en el cuerpo para poder llegar a un lugar lejano al que van los lobos a dar su último aullido según le ha contado su abuela (podéis imaginar ese lugar y si no es así pensad en un lobo aullando)
Un cartero acompaña a Caperucita en esta tierna historia que, a mi parecer, se vuelve genial con la sugerencia que este hace a Caperucita para contactar con el lobo.
A Jaime y a mí nos ha gustado. Jaime ha aprendido algo nuevo que no conocía y además trae de regalo unas postales, que algún día, en cuanto Jaime escriba, usaremos y enviaremos.
Un libro genialmente ilutrado que además incluye bocetos de los personajes durante su creación.
Una excelente elección para regalar a todos aquellos que añoren a Caperucita.
Con una de las frases más geniales que he leído en mucho tiempo.