viernes, 8 de abril de 2016

Cuento versus ipad

El otro día en una red social leí el comentario de un amigo en el que nos hacía saber que su hijo (3-4 años) prefería la lectura de un cuento al uso del ipad antes de dormir. Esto me hizo plasmar en este blog una reflexión que me llevo haciendo desde hace tiempo ante el uso de este tipo de dispositivos.
Es cierto que nuestros hijos observan, aprenden, investigan y descubren su uso, siempre decimos que utilizan este tipo de dispositivos mejor que nosotros (los niños nacen con una intuición que no se por qué motivo perdemos con el tiempo), es más, les denominamos ¡nativos digitales!
Es cierto que estamos en una sociedad en la que el uso del ipad, smartphone, ordenador... es algo cotidiano, que nuestros hijos ven cómo nosotros, los adultos, abusamos de su uso.
Es cierto que en determinadas ocasiones les invitamos a que los utilicen y gustosos aceptan.
Es cierto que, en algunos casos, creamos adictos a las nuevas tecnologías (¿cómo es posible que niños con 10 años tengan un smartphone superior que el de un adulto? pero este es otro tema)
Y me pregunto, si somos capaces de conseguir esto con unas máquinas, ¿por qué no lo intentamos con la cultura?
¿Por qué no leer delante de nuestros hijos? ¿Por qué no leerles un cuento?
¿Por qué no ir a una función de teatro con ellos?
¿Por qué no asistir a un concierto de música?
¿Por qué no visitar una exposición?
Yo lo intento ¿Y tú?

miércoles, 6 de abril de 2016

Elmer, No todos son iguales

Hacía muuuucho tiempo que no leíamos Elmer, son los riesgos que se corren al tener nuevas adquisiciones en casa y crecer al ritmo vertiginoso que crecen los niños.
Ultimamente estamos rescatando libros que, casi, habían caído en el olvido, y este es el caso de Elmer.
Elmer cuenta la historia de un elefante que no es como los demás, es muy diferente, ya que es un elefante de colores (patchwork como se diría en inglés). Aunque Elmer no tiene ningún problema de aceptación en la manada está harto de ser distinto y esto le lleva, una mañana, a marcharse de ella.


Como todo cuento, cuenta con un buen final y Elmer descubre que los demás le quieren, no por su diferencia, sino por su forma de ser.

Aprovechando que era sábado, estaba sola con los tres y como empezaban a estar un poco alterados, improvisé una lectura matutina con posterior actividad artística.
La lectura fue como esperaba, es un cuento que siempre llama la atención a los niños.
A continuación dibujé una silueta de Elmer y les propuse pintar o pegar papeles de colores. Y como cada niño es único,  hubo variedad, uno quiso pegar papeles, otro, colorear y pegar papeles y el ultimo. .. dibujar su propio Elmer en una hoja en blanco.




La verdad es que les gustó y estuvimos entretenidos un rato.
Ayer por la noche Elmer ha sido el cuento elegido y hemos hablado de los elefantes que más nos han gustado y de sus disfraces. Esta pasión que se ha desatado por Elmer me ha llevado a plantearles otra actividad más con distinto resultado.


En forro adhesivo fuimos pegando cosas brillantes y figuras que ya teníamos troqueladas de otras veces (nos encanta troquelar papeles). ¡Qué emocionante fue pegar pequeños Elmer dentro de Elmer! Aunque lo mejor fue descubrir esos corazones tan grandes entre las figuras brillantes. Finalmente recortamos la silueta y... ya habéis visto el resultado, un Elmer diferente, colorido... y brillante, muy brillante.
En principio esta actividad sólo le atrajo a Alonso, pero poco a poco Juan se fue acercando y acabó escogiendo y pegando figuras con verdadero entusiasmo. Jaime decidió no realizar la actividad pero cuando vio el resultado se lamentó por no haber participado (seguro que otro día hacemos otro)

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