jueves, 26 de marzo de 2015

Así es mi corazón. Reflexión

El otro día tuvimos una conversación en la que el tema central era si educar a los niños en las emociones o no. La verdad es que mi postura está clara, debemos enseñar a nuestros hijos a expresar e identificar qué sienten, qué les ocurre y como poder afrontarlo sin frustrarse.
Pero lo que más me sorprendió y me dolió, por qué no decirlo, fue la postura de una compañera, considera que este tema no se debe tratar pues fomenta que los niños sean más propensos a "inventar" determinados estados de ánimo.
De eso se trata, de ayudarles a canalizar sentimientos, a saber afrontarlos con naturalidad y de pedir ayuda si es necesario.
Si nosotros mismos dudamos de su capacidad, ¿qué no harán ellos?

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